Ser entrenador no es solo impartir ejercicios, también es gestionar emociones, liderar un equipo y, sobre todo, mantener la motivación tanto propia como de los jugadores. Sin embargo, hay días en los que, a pesar de nuestros esfuerzos, los entrenamientos no salen como planeamos. Los jugadores no parecen concentrados, las tareas no funcionan como esperábamos, y la frustración comienza a apoderarse de nosotros. ¿Te ha pasado? A todos los entrenadores nos ha tocado vivirlo.
En este artículo, te hablaré sobre cómo superar esos momentos difíciles y cómo ser un mejor entrenador para evitar frustraciones y hacer que cada entrenamiento sea una oportunidad de aprendizaje, no solo para tus jugadores, sino también para ti.
¿Por qué no siempre salen bien los entrenamientos?
Es normal que a veces los entrenamientos no salgan como esperábamos. Sin embargo, muchos entrenadores cometen el error de culpar a los jugadores. Los gritos y la frustración hacia el equipo no son la solución. Al contrario, es un indicio de que algo no estamos haciendo bien como entrenadores.
El papel del entrenador en el éxito del entrenamiento
Cuando los jugadores no entienden una tarea o no están en sintonía con el ritmo del entrenamiento, la principal responsabilidad recae sobre el entrenador. Somos nosotros quienes debemos asegurarnos de que las tareas sean apropiadas para el momento y el nivel de los jugadores. Además, la manera en la que explicamos las tareas, ajustamos la dificultad y nos adaptamos a las circunstancias del día son factores clave para garantizar el éxito del entrenamiento.
Causas comunes de la frustración en los entrenamientos
- Falta de adecuación de la tarea al nivel del jugador: Si la tarea es demasiado fácil o demasiado difícil, los jugadores se desconectan rápidamente.
- Mala comunicación: Si no explicamos claramente lo que esperamos de los jugadores o no ajustamos nuestra manera de explicar en función del grupo, es probable que no logren entender lo que queremos que hagan.
- Momentos inadecuados para realizar ciertas tareas: El estado físico y emocional de los jugadores varía a lo largo de la semana. Un lunes, después de un partido complicado, no es lo mismo que un miércoles, cuando los jugadores están más descansados y motivados.
¿Qué hacer cuando las cosas no van bien?
Lo primero que debemos hacer es no culpar a los jugadores. Ellos están ahí para aprender y mejorar. Si no están logrando el objetivo de la tarea, es probable que la responsabilidad recaiga en el diseño de la tarea misma. Aquí hay algunas sugerencias para evitar frustraciones y mejorar como entrenador:
- Reflexiona sobre lo sucedido: Si un ejercicio no funciona, tómate un tiempo para analizar por qué. ¿Era demasiado difícil? ¿Estaba mal explicado? ¿El grupo no estaba en el estado adecuado para realizarlo? Reflexiona sobre estos factores y ajusta lo necesario.
- Adapta el entrenamiento en el momento: Si ves que la tarea no está funcionando, no tengas miedo de cambiarla en el instante. Ofrece un ejercicio más fácil o, si los jugadores están listos para un desafío, hazlo más complejo.
- Mantén la calma: En lugar de frustrarte y desbordar tu enojo hacia el equipo, mantén la calma. Recuerda que tú eres el líder y tu actitud influye directamente en la moral del equipo.
- Aprende de cada situación: Cada entrenamiento es una oportunidad para aprender. Si algo no sale bien, no te desanimes. Analiza los detalles y busca soluciones para el futuro.
El rol del entrenador como líder
Como entrenador, eres el principal responsable de motivar a tus jugadores, de mantener su concentración y de elegir las tareas más apropiadas para cada momento. A veces, los entrenamientos pueden ser complicados, pero si tomas la responsabilidad de lo que sucede en el campo, lograrás un mejor desempeño y una mayor relación de confianza con tu equipo.
Los entrenamientos no siempre serán perfectos, pero lo importante es cómo gestionamos esos momentos. En lugar de culpar a los jugadores o frustrarnos, debemos aprovechar cada desafío como una oportunidad para aprender y mejorar como entrenadores. No te olvides que tu actitud influye directamente en el rendimiento de tu equipo.
Si quieres seguir mejorando como entrenador y evitar momentos de frustración en los entrenamientos, no dudes en suscribirte a nuestros cursos especializados. También, te invito a unirte a nuestro canal de YouTube, donde compartimos consejos prácticos y ejercicios diseñados específicamente para ayudarte a desarrollar tus habilidades y ser un mejor líder para tu equipo.
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