Si quieres mejorar la resistencia aeróbica de tus jugadores sin someterlos a sesiones largas y tediosas de carrera continua, existe una forma efectiva y divertida de lograrlo. Este artículo detalla una tarea de posesión diseñada específicamente para trabajar la resistencia aeróbica y la potencia física mientras los jugadores practican importantes conceptos tácticos, ideales para su desarrollo en el fútbol.
1. Objetivo: potencia y resistencia aeróbica en el entrenamiento
La propuesta consiste en una tarea de posesión que busca aumentar la resistencia aeróbica sin dejar de lado el componente técnico-táctico. Al trabajar en una posesión, los jugadores no solo se ejercitan físicamente, sino que también desarrollan habilidades clave como la creación de espacios y la visión de juego, vitales para un rendimiento efectivo en el campo.
El ejercicio es aplicable tanto a equipos de fútbol 7 como a equipos de fútbol 11, con algunas variaciones en la organización del espacio y el número de jugadores. Para equipos de fútbol 7, la tarea puede realizarse en una única zona de entrenamiento, mientras que para equipos de fútbol 11 es recomendable dividir el campo en dos áreas para trabajar en paralelo, maximizando así el aprovechamiento del tiempo y el espacio.
2. Estructura y configuración del ejercicio
Para iniciar la tarea de posesión, es esencial delimitar el área de juego con conos o líneas, facilitando a los jugadores la identificación de los límites. La recomendación es realizar una posesión de 8 jugadores contra 4, aunque pueden usarse diferentes combinaciones de números según el tamaño del grupo y las necesidades específicas del entrenamiento. La superioridad numérica en la posesión permite que el equipo que controla el balón tenga más opciones y continuidad en el juego, especialmente si el nivel técnico de los jugadores no es muy alto.
El formato de 8 contra 4 implica que el equipo se dividirá en tres grupos de cuatro jugadores cada uno, facilitando las rotaciones. Durante el ejercicio, el equipo en posesión del balón debe trabajar de manera continua en intervalos de 2 a 4 minutos, promoviendo así el desarrollo de su resistencia aeróbica a una intensidad media-alta.
3. Dinámica de la tarea: desplazamiento y continuidad
Una de las particularidades del ejercicio es que, después de realizar un pase, cada jugador debe abandonar el área de juego y volver a entrar antes de poder tocar el balón nuevamente. Esta dinámica asegura que los jugadores realicen desplazamientos continuos, elevando la exigencia física al tener que recorrer una distancia específica después de cada intervención.
Para garantizar un esfuerzo físico adecuado, el entrenador puede establecer puntos de referencia a los que los jugadores deban dirigirse tras cada pase, aumentando el recorrido a unos 5 o 10 metros. Esto eleva la intensidad del ejercicio y mantiene un nivel constante de trabajo aeróbico, clave para desarrollar la resistencia en un ambiente de juego realista y con alta participación.
4. Incentivar el esfuerzo de los defensores: la motivación como estrategia
Para motivar a los defensores a recuperar el balón, se pueden introducir pequeños desafíos o «penalizaciones» que les animen a esforzarse aún más. Por ejemplo, si el equipo en posesión logra completar 10 o 15 pases consecutivos, el equipo defensor podría realizar un “castigo” físico ligero, como dar una vuelta al campo o realizar un sprint. Alternativamente, si los jugadores en posesión no alcanzan los 10 o 15 pases, la penalización sería para ellos, integrando así una dinámica de gamificación que incrementa la competitividad y la motivación entre los jugadores.
5. Desarrollo de habilidades tácticas y comunicación en equipo
Además del componente físico, esta tarea permite trabajar aspectos tácticos clave como la creación y ocupación de espacios. Cada vez que un jugador abandona el área tras realizar un pase, deja libre un espacio que otro compañero puede ocupar, facilitando la circulación y distribución de los jugadores en el campo. Este movimiento continuo enseña a los jugadores a identificar y utilizar los espacios disponibles, una habilidad esencial en el fútbol moderno.
También se fortalece la visión de juego, ya que cada jugador en posesión debe analizar el campo y anticipar los movimientos de sus compañeros, tomando decisiones rápidas sobre a quién pasar el balón. Este ejercicio también promueve la comunicación y la sincronización en el equipo, fortaleciendo la cohesión en el campo.
6. Variante para mayor diversión y desafío
Para añadir un toque de emoción al ejercicio, el entrenador puede permitir que el equipo defensor finalice la jugada con un intento de gol tras recuperar el balón. Este incentivo motiva a los defensores a esforzarse más en la recuperación de la posesión, y a los atacantes a reaccionar rápidamente para recuperar el control. De este modo, se incorporan dos aspectos tácticos cruciales: la transición rápida al ataque tras la recuperación y la presión tras la pérdida para evitar un contraataque.
La presión tras pérdida es una táctica indispensable en numerosos estilos de juego actuales y permite a los jugadores acostumbrarse a reaccionar inmediatamente después de perder el balón, algo vital en situaciones de juego real.
7. Una tarea completa para el entrenamiento físico y táctico
Este ejercicio de posesión representa una excelente herramienta para entrenadores que desean mejorar la resistencia aeróbica de sus jugadores sin comprometer el desarrollo de habilidades técnicas y tácticas. Al trabajar en una dinámica de posesión, los jugadores se ejercitan a nivel físico y, al mismo tiempo, desarrollan la visión de juego, la comunicación y la comprensión de conceptos tácticos.
Este tipo de entrenamiento ofrece una forma innovadora de integrar la resistencia aeróbica en el juego real, permitiendo que los jugadores trabajen de manera intensa mientras se divierten. Además, al repetirse regularmente, los jugadores internalizan conceptos que los ayudan a desenvolverse con mayor fluidez en el campo, mejorando tanto su rendimiento físico como su capacidad de reacción y colaboración en equipo.
Incorpora esta tarea en tus entrenamientos y observa cómo tus jugadores ganan resistencia, control de balón y comprensión táctica en un ambiente de juego continuo y entretenido.
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